lunes, 17 de septiembre de 2018

Fragmentos

Me engañaste en mis sueños, me engañaste de verdad, me engañaste estando lejos. Los temblores, las lágrimas y los gritos que di al final no fueron en vano. La inseguridad brota por mis poros y los recuerdos caen como gotas de mis ojos. Me mentiste, te fuiste, me volviste a mentir y te dejé. Dame todas tus excusas que las voy a archivar, voy a comparar cuantos perdones te entregué con cuantas veces te hice llorar. Competencia injusta: pierdes. Me revuelco en la vida porque me confirman lo que en el fondo ya sabía, pero siempre quise que no fuera verdad. Me revuelco en la tumba de lo nuestro porque no pudiste ver qué  se acercaba el final ¿Cómo no lo hiciste? Tú lo causaste ¿Qué esperabas? Que te perdone por siempre. Pero ya no estoy para tus frases agresivas, para tus celos incontrolables, para tus mentiras ininterrumpidas. 

Sí, maldíceme, sobre todo porque yo me lo merezco. Porque siempre te creí,  te perdoné, te ayudé, aunque no lo hayas merecido. Cúlpame de todo esto, porque yo estuve ahí cuando más me necesitabas y no me merecías. Dedícame todas esas canciones para hacerme sentir mal, escríbeme a decir que lo único que quiero es una vida vacía, sin sentido porque sin ti no soy nadie. Dime que encontraste a alguien más, que ahora disfrutas la vida de verdad… sígueme probando que lo arruinaste todo y que ya no tiene solución, que estás arrepentido y te odias más, de lo que te odio yo.